El gobierno dominicano presentó un ambicioso programa de electrificación rural que busca llevar energía a más de 200 comunidades aisladas en todo el país, estimando una inversión inicial de 120 millones de dólares para instalar paneles solares y redes eléctricas.

El proyecto prioriza zonas de difícil acceso donde la población depende de fuentes no confiables de energía, y las autoridades destacaron que el plan generará empleo local y promoverá el desarrollo económico en estas regiones. Se incorporarán sistemas de energía renovable para garantizar sostenibilidad a largo plazo, mientras el ministerio de Energía y Minas coordinó con empresas privadas y cooperativas locales la implementación de las obras.

La iniciativa incluye programas de capacitación para que los residentes mantengan y operen los sistemas energéticos, y se espera que la cobertura eléctrica aumente significativamente la calidad de vida, facilitando el acceso a educación y salud. Organizaciones comunitarias celebraron el anuncio, resaltando la importancia de la electricidad para la vida diaria, y expertos en desarrollo rural señalaron que la electrificación es clave para reducir la migración hacia zonas urbanas.

El proyecto contará con supervisión ambiental para minimizar impactos negativos en el ecosistema local, y se proyecta que la primera fase de instalaciones comenzará en los próximos seis meses. Medios locales han documentado reuniones con líderes comunitarios para garantizar la inclusión de las necesidades locales, y se espera que la iniciativa sirva como modelo para futuros programas de desarrollo rural en la región. El plan refuerza el compromiso del país con la energía sostenible y el bienestar de sus ciudadanos.