Líderes mundiales se reunieron en París para debatir nuevas estrategias contra el cambio climático.
La reunión concluyó con un pacto histórico que exige una reducción del 30% de emisiones globales para 2035.
Los países firmantes se comprometieron a acelerar la adopción de energías renovables.
Organizaciones ambientales celebraron el acuerdo, aunque advierten que el plazo es exigente.
Expertos aseguran que este pacto podría marcar un punto de inflexión en la lucha climática.
El acuerdo incluye financiamiento especial para naciones vulnerables.
Se promoverá la transferencia tecnológica para ampliar energías limpias.
Las delegaciones destacaron la urgencia de frenar el calentamiento global.
Los países industrializados asumirán el mayor porcentaje de reducción.
Se colocará un impuesto internacional a industrias altamente contaminantes.
El pacto deberá ser ratificado por los parlamentos de cada nación firmante.
Economistas prevén impactos positivos en la economía verde.
La cumbre concluirá mañana con discursos de cierre.
Organismos internacionales monitorearán el cumplimiento anual.
La comunidad científica espera que este pacto motive futuros acuerdos más ambiciosos.
