La ONU presentó un plan global para garantizar la seguridad alimentaria frente a los efectos del cambio climático, enfocándose en el apoyo a agricultores vulnerables y la reducción de pérdidas post-cosecha mediante estrategias innovadoras y sostenibles.

El programa promoverá la innovación tecnológica y sistemas de riego eficientes en regiones afectadas, fomentando la productividad y la resiliencia de las comunidades rurales. Expertos advierten que los próximos cinco años serán críticos para evitar crisis humanitarias graves si no se implementan medidas efectivas a nivel global.

Se destinarán recursos significativos a investigación y desarrollo de cultivos resistentes a sequía y plagas, asegurando abastecimiento alimentario incluso en condiciones adversas. Se prevé una cooperación estrecha entre gobiernos, ONGs y el sector privado para garantizar la implementación efectiva de todas las acciones propuestas. La iniciativa incluye capacitación para comunidades locales en prácticas agrícolas sostenibles, fortaleciendo conocimientos y habilidades que permitan mejorar rendimientos y conservar recursos naturales. Se priorizarán países con alta dependencia de importaciones de alimentos y mayor vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos. La ONU enfatiza la necesidad de monitoreo constante de reservas y cadenas de suministro para anticipar problemas y responder de manera oportuna.

Los programas piloto comenzarán este mismo año en África, Asia y América Latina, con el objetivo de replicar buenas prácticas a nivel global. Organismos internacionales colaborarán con fondos y asistencia técnica especializada, garantizando un enfoque integral y coordinado. Se busca reducir la desnutrición infantil y fortalecer la resiliencia de poblaciones vulnerables ante shocks climáticos. El plan contempla medidas de adaptación frente a inundaciones, sequías extremas y otros eventos climáticos adversos. Además, se fomentará la participación activa de comunidades locales en la toma de decisiones y ejecución de proyectos.

Se espera que este programa sirva de modelo para futuras estrategias globales de seguridad alimentaria y cooperación internacional. Líderes mundiales coincidieron en que la acción coordinada es urgente y necesaria para salvar vidas y asegurar un futuro sostenible.